Tras haber recorrido más historias de mujeres inventoras del siglo pasado que del vigente, hoy he decidido hablar de una mujer absolutamente actual: Francisca Gamero, cuyo espíritu emprendedor junto al instinto materno han generado un invento que se traduce en un sencillo y exitoso aparato corrector para orejas de soplillo.
La historia de esta mujer inventora nace como consecuencia de la preocupación por las orejas de su hija: empezó con un remedio casero para dejarlas en su sitio (esparadrapos) y ha acabado creando Otostick, un aparato que en España ha vendido ya más de 60000 unidades.
Una idea de negocio brillante que demuestra también cómo en los periodos de crisis, gracias a un esfuerzo innovador, las oportunidades pueden encontrarse más cerca de lo que pensamos.
¿Pero en qué consiste exactamente este aparato corrector para orejas de soplillo?
El corrector estético es el resultado de una investigación en colaboración con la Universidad de Extremadura y la Universidad de Alicante para la realización del prototipo. El invento consiste ni mas ni menos que en una pequeña prótesis de silicona, transparente, prácticamente invisible, que evita las orejas de soplillo sin ningún tipo de cirugía: una solución práctica, discreta y de bajo coste para las malformaciones o defectos de las orejas.
En 2010 Francisca Gamero decidió montar su propia empresa para la fabricación del Otostick: Innovaciones Disras, elegida además finalista del premio Emprendedor XXI.
Francisca Gamero ha recibido varios premios con su invento:
- Primer premio al mejor Proyecto Neex – Nueva empresa extremeña – promovido por la Junta de Extremadura a través de la Consejería de Economía, Comercio e Innovación y de la Sociedad Fomento de Emprendedores.
- Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales que otorga el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).
- Su empresa se encuentra entre las 41 startups españolas con mayor potencial de crecimiento (seleccionadas por La Caixa y ENISA).
Tras el éxito recibido en España (la misma inventora afirma que el invento consiguió facturar alrededor de 200.000 € y espera duplicar la cifra para este año), el siguiente paso de esta mujer inventora es dar el salto al mercado internacional, lanzar más productos innovadores al mercado y generar así más empleo.
Entre los proyectos futuros, está el lanzamiento de un modelo corrector adecuado para los bebés, que ya tiene preparado.
La historia de esta mujer inventora me parece un ejemplo muy positivo para todas y todos los que quieran emprender: gracias al duro trabajo (ella misma, al crear su empresa, aprendió sobre la marcha de temas que antes le eran ajenos: fabricación, distribución, etc.) y, por supuesto, a una idea brillante unida a una adecuada protección de los derechos de propiedad industrial, es posible alcanzar el éxito comercial.
Uno de los aspectos más interesantes y positivos es que, además, su producto totalmente innovador ha recibido y sigue recibiendo apoyo por parte de la administración pública: las principales inversiones de hecho han llegado de subvenciones públicas y ayudas europeas.
Como curiosidad, por si queréis consultarlo, os dejo el documento de publicación de una de las 2 solicitudes de modelo de utilidad presentado por Francisca Gamero: «Corrector estético«.