Si eres nuestro lector habitual (y si no lo eres, hoy lo vas a aprender) sabrás que nuestra labor principal como agencia de Propiedad Industrial es la protección de activos intangibles como patentes, marcas y diseños.
Para que esta protección sea plenamente efectiva, lo ideal es que sea acompañada por una atenta vigilancia tecnológica.
Pero en concreto, ¿Qué es la vigilancia tecnológica?
La vigilancia tecnológica puede definirse como “un proceso organizado, selectivo y permanente, de captar información del exterior y de la propia organización sobre ciencia y tecnología, seleccionarla, analizarla, difundirla y comunicarla, para convertirla en conocimiento para tomar decisiones con menor riesgo y poder anticiparse a los cambios”.
Pensando en el entorno competitivo actual, podemos decir que el mundo de las empresas es cada vez más complejo y junto con esta complejidad vienen infinidades de oportunidades y amenazas.
La actividad de vigilancia tecnológica, debidamente llevada a cabo permite a la empresa obtener numerosas ventajas:
- Obtener información valiosa sobre los últimos desarrollos técnicos, permitiendo así aumentar las posibilidades de anticiparse al mercado
- Reducir riesgos asociados a las actividades de planificación estratégica en I+D+i
- Abrir nuevas e interesantes oportunidades de mercado
Así pues, a través de la vigilancia tecnológica se puede obtener información técnica relativa por ejemplo a las invenciones ya existentes en el mercado, según el área industrial de interés.
Una muestra de en que puede consistir la base de una buena vigilancia tecnológica puede ser los boletines de vigilancia de invenciones que mensualmente desde Protectia ofrecemos a nuestros suscriptores de forma gratuita y que aportan información sobre los principales avances y novedades en forma de publicaciones relacionados con patentes en dos sectores como son las patentes verdes y bicicletas.
Este ejemplo de Vigilancia Tecnológica consiste en la obtención de información periódica sobre nuevas tecnologías en un determinado campo, o según criterios personalizados, como la vigilancia de determinados proveedores, competidores, etc. El resultado debe ser una serie de publicaciones de patentes, diseños y referencias bibliográficas que permitan estar informado de forma sencilla y profundizar en los casos concretos que nos interesen.
En conclusión, es muy aconsejable para cualquier empresa implantar un sistema de vigilancia tecnológica sistematizado que nos permita controlar y medir nuestro entorno, posicionarnos en el mismo y tomar las decisiones acertadas que nos ayuden a crecer y centrar nuestros esfuerzos innovadores.