El mundo de la impresión 3D se hace cada día más versátil, cubriendo prácticamente cada aspecto imaginable de la industria.
Si hoy en día la impresión 3D sirve para fabricar casas, partes de aviones, comida y hasta reproducir fósiles de miles y miles de años, en el caso de la medicina los beneficios de los avances tecnológicos de esta revolucionaria forma de impresión son aún más sorprendentes.
Una de las áreas más interesantes de la impresión 3D aplicada a la medicina es la bioimpresión, que representa uno de los principales retos a medio y largo plazo: la posibilidad de imprimir órganos humanos.
Desde luego el binomio impresoras 3D y medicina es algo que se va integrando y extendiendo siempre más.
Si en sectores como el de automoción los materiales utilizados (a través de la tecnología de sinterización selectiva por láser –SLS- y el modelado por deposición fundida -FDM) van de resinas, polipropileno a plásticos compuestos, en la medicina el reto pasa también por diferentes tipos de materiales.
Acero inoxidable, titanio y acero-cromo, son muy utilizados en medicina, por ejemplo en la fabricación de prótesis, gracias a su buena relación entre solidez y peso, además de su alta resistencia a la corrosión y a su biocompatibilidad.
Un caso reciente de proyecto totalmente pionero: la prótesis de caja torácica de titanio modelado en una impresora 3D creada por los cirujanos del hospital de la Universidad de Salamanca.
La prótesis de costillas y esternón ha sido desarrollada por la empresa australiana Anatomics en colaboración con la agencia gubernamental de ayuda a proyectos científicos CSIRO, y emplantada con éxito a un paciente español que sufrió la pérdida de gran parte de esta zona del cuerpo a causa de un cáncer.
Aunque el uso del titanio en medicina no es una innovación en sí, sí lo es para el reemplazo de la gran parte de la caja torácica y aplicada a la tecnología de la impresión 3D.
La impresora utilizada para esta innovadora prótesis es la “Arcam 3D” de propiedad de Arcam, empresa sueca de impresoras 3d desarrolladas específicamente, entre otras cosas, para la producción de implantes ortopédicos.
El desarrollo de este tipo de prótesis y los versátiles usos de las impresoras 3D en campo médico es revolucionario puesto que cumple la función más importante: salvar vidas y/o mejorar la calidad de vida de pacientes afectados por enfermedades.
Para finalizar, os dejo una muestra de la relación que existe entre este tipo de tecnologías y la Propiedad Industrial, en el específico las patentes.
Buscando un poco en las bases de datos, descubro que el fabricante sueco Arcam AB es títular de varias solicitudes de patentes (muy recientes)y registros, como por ejemplo este documento de publicación de concesión de patente europea títulada: «DEVICE AND ARRANGEMENT FOR PRODUCING A THREE-DIMENSIONAL OBJECT«.