La serie que lanzamos hace algunos meses de “Mujeres Inventoras” en realidad ha ido evolucionando, contando con la inclusión de mujeres que son mucho más que inventoras: científicas, investigadoras, profesoras, etc.: mujeres “excepcionales” que han tenido y tienen un impacto importante en la sociedad.
Con este espíritu, la mujer que voy a presentar hoy es mi connacional y motivo de gran orgullo: Samantha Cristoforetti, la primera mujer italiana en alcanzar la Estación Espacial Internacional (EEI) el pasado 23 de noviembre.
Algunos datos biográficos de esta mujer excepcional, que con apenas 37 años cuenta con un “curriculum” asombroso: es ingeniera, capitán del Ejército del Aire y astronauta de la Agencia Espacial Europea. Nacida en Milán, se ha licenciado en Ingeniería Mecánica en la Universidad Técnica de Munich y sucesivamente (2005) en Ciencias Aeronáuticas, además de una especialización en la Euro-Nato Joint Jet Pilot Training de Wichita Falls, Texas.
Si a todo esto, se añade que habla perfectamente, a parte del italiano idioma materno, alemán, ruso, inglés y francés, nos podemos hacer un cuadro más preciso del perfil de esta talentosa mujer. Gracias a su activa presencia en los medios de comunicación y redes sociales, he podido descubrir una persona realmente humilde a pesar de la importancia de su papel, altamente competente y apasionada con su trabajo.
Samantha ha sido seleccionada entre 9000 candidatos para la misión espacial denominada Expedición 42 a bordo de la nave rusa Soyuz TMA-15M.
Por 6 meses, Samantha Cristoforetti (que en una reciente entrevista TV antes del lanzamiento ha expresamente subrayado el papel fundamental de la mujer desde siempre en el espacio, declarando que “Las mujeres son ya bien representadas, han hecho ya todo lo que podían hacer en el espacio: no hay ninguna tarea que tanto hombres como mujeres no puedan hacer” ) junto con los otros 5 cosmonautas que viajan con ella, realizará numerosos trabajos y alrededor de 200 experimentos científicos.
Según afirmado por la misma Samantha, los astronautas se ocuparán de todo tipos de experimentos: sobre nutrición, fisiología humana (por ejemplo uno de la agencia espacial Italiana sobre la relación entre el sueño y la mecánica cardiaca) genética, ADN, desarrollo de tecnologías, investigación de materiales y otros que aprovecharán del ambiente único de micro gravedad.
Uno de los aspectos que más ha llamado mi atención es el de la presencia de una impresora 3D a bordo de la Estación Espacial y la actividad científica relacionada con ella.
La impresora en cuestión ha sido diseñada específicamente pensando en en las condiciones espaciales. La decisión de llevar este dispositivo se basa en poder adquirir autosuficiencia futura, calibrando y configurando una demostración de nueva tecnología de la fabricación aditiva: poder fabricar en el espacio y no en la Tierra, para posteriormente enviarlo en el interior de una nave.
Ya en los primeros días, ha visto la luz la primera pieza generada con la impresora 3D por parte de Barry Wilmore: la impresora en el espacio ha conseguido fabricar una placa en plástico donde reza “Made in Space-NASA”. Está pieza será comparada con otra idéntica que se ha creado en un laboratorio terrestre con una impresora 3D de las mismas características.
El homenaje a mi conterranea Samantha Cristoforetti al final es un homenaje a la esencia misma de la ciencia y del avance tecnológico al cual tenemos la suerte de asistir tan directamente.
Para seguir «paso a paso» la misión Expedición 42, os invito a hacerlo a través del perfil Twitter de Samantha Cristoforetti: @AstroSamantha , para tener una visual “privilegiada” del planeta Tierra.
Concluyo dejando, como curiosidad, una de las últimas publicaciones de patentes de la Agencia Espacial Europea (European Space Agency, ESA), que con toda probabilidad representa uno de los desarrollos que podrán resultar de utilidad en alguno de los experimentos que se llevarán a cabo en el espacio durante los prçoximos 6 meses.
Se trata del documento de publicación de la solicitud de patente internacional por el PCT número WO2014161565A1 «OPTICAL ROTATION SENSOR AS WELL AS METHOD OF MANUFACTURING AN OPTICAL ROTATION SENSOR», desarrollada por 3 inventores italianos.