En nuestro afán por mostrar que la Propiedad Industrial está viva y es útil en todas las disciplinas profesionales hoy tocamos su faceta más artística.
Acercar a la realidad la innovación pasa necesariamente por materializarla en objetos físicos funcionales con texturas y volumen concretos. En nuestra entrevista del mes preguntamos sobre ello a un experto, el multidisciplinar ilustrador digital Alberto Ayerbe, a quien agradecemos su tiempo.
- Entre tus trabajos nos llama la atención encontrar el diseño de la Medalla para la 38º International Invention Exhibition de Ginebra, una de las más antiguas y prestigiosas ferias de invenciones del mundo. ¿Cómo surge este proyecto? ¿Cómo se llevó a cabo?
La respuesta es sencilla. Algunas de las patentes desarrolladas por una de las empresas con las que colaboro realizando ilustraciones de sus productos, fueron premiadas en la Exposición de Invenciones de Ginebra. Para lucir el premio en los catálogos y la web de la empresa se me encargó la ilustración de la medalla, que acompañó a los productos premiados en todo el desarrollo publicitario de éstos.
- Tu portafolio está plagado de trabajos para distintas industrias, especialmente en el campo del foto realismo digital. Algunas de tus obras se han registrado de hecho como diseños industriales o han servido como base en la elaboración de solicitudes de patentes. Tenemos curiosidad por conocer el proceso ¿De dónde se parte y como se llega el diseño definitivo?
Trabajo con empresas tecnológicas y de I+D que se dedican a crear y desarrollar patentes, desde dispositivos de telefonía hasta electrónica del automóvil. Desconozco el proceso exacto que siguen desde que se aprueba el diseño del producto hasta que se sacan los primeros moldes, ya que es un proceso en el que yo no intervengo. A mi se me entrega un prototipo que yo retrato como si de un modelo se tratara y siguiendo las indicaciones del cliente.
- Como ilustrador de editoriales con presencia internacional y diseñador de personajes entendemos que los libros digitales para plataformas táctiles habrán supuesto un gran avance, pero ahora con la popularización de la impresión 3D parece que superaremos una nueva frontera. ¿Qué opinas? ¿Has experimentado con esta tecnología de impresión tridimensional? ¿Crees que en un futuro tendrá repercusión en tu actividad y entorno?
Creo que efectivamente la impresión tridimensional ofrecerá infinidad de posibilidades y que abarcará prácticamente todos los sectores, desde el ocio al campo médico, y no me cabe duda de que de una u otra forma también se hará arte en un futuro con esta tecnología. Yo no he tenido ocasión aún de experimentar con ello, pero si tengo la inquietud de ampliar mis conocimientos de modelado en 3D que sin duda me serán muy útiles para no quedarme atrás ante estos avances.
- Desde tu punto de vista profesional. ¿Hay alguna invención o mejora técnica reciente que te haya resultado especialmente útil o sorprendente?
Para mi actividad me supuso un paso adelante abismal la aparición de las tabletas gráficas de pantalla interactiva. Trabajo con una Wacom Cintiq de 21 pulgadas que me ofrece recursos y posibilidades imposibles de conseguir con las técnicas tradicionales. Poder dibujar directamente sobre la pantalla y tener miles de trazos diferentes en un mismo lápiz, junto a un buen software de edición de imagen o dibujo, el único límite lo pone tu imaginación.
- Por lo general en tu experiencia como ilustrador profesional ¿Cómo te plantean y se gestionan los asuntos referentes a propiedad industrial e intelectual ante un nuevo proyecto?. ¿Es habitual por ejemplo firmar acuerdos de confidencialidad antes de presentarte un trabajo? En los contratos, ¿se incluyen cláusulas específicas sobre a quién corresponden los derechos de explotación?.
Al contrario que en el caso de la propiedad industrial, en el de la propiedad intelectual no es necesario el registro de una obra para que esta sea protegida, ya que la protección legal se le reconoce al autor por el simple hecho de serlo.
Normalmente se ceden los derechos de explotación de la obra, y si que hay en general mucho recelo y secretismo, se trate de un proyecto editorial o con más razón cuando hablamos de prototipos y patentes. Es normal que los contratos incluyan cláusulas de confidencialidad por ello.
Nos despedimos de Ayerbe mostrando algunos ejemplos de sus trabajos.