Las patentes tienen una vigencia máxima de 20 años, que es el tiempo considerado como suficiente para con su monopolio amortizar el esfuerzo realizado en el desarrollo de una tecnología. Superado este tiempo pasan a dominio público, y por tanto, pueden ser reproducidas y comercializadas libremente. Este proceso permite el desarrollo tecnológico y el avance del hombre hacia un mejor futuro.
Según Scott Crump, inventor del modelado por deposición fundida (FDM) y co-fundador del mayor fabricante de impresoras 3D, en febrero de 2014 pasara a dominio público las patentes clave relacionadas con la impresión tridimensional de más alto rendimiento comercial, las basadas en tecnología de sinterización láser selectiva (SLS).
Scott Crump sabe bien lo que dice, pues las patentes de su tecnología FDM, pasaron a dominio público la década anterior, lo que provoco una revolución en el sector que generalizo el uso de esta tecnología. El modelado FDM es un proceso por el que se crean capas de plástico fundido en el lugar preciso y que al enfriar solidifican.
La tecnología SLS (sinterización láser selectiva) fue desarrollada en los 80 por el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Texas, y consiste en utilizar un láser de alta potencia para fundir pequeñas partículas y darles la forma deseada a partir de un diseño tridimensional digital.
En el siguiente video, creado por la propia Universidad de Texas, puede apreciarse como se aplica en la práctica la sinterización láser selectiva.
Como puede apreciarse, a pesar de estar distante de las capacidades de las más recientes tecnologías de impresión 3D, que por ejemplo han permitido crear el primer coche impreso en 3D, si permite alcanzar una gran grado de precisión y definición, además de trabajar con varios materiales como plástico, metal, cerámica o cristal. En consecuencia, con esta tecnología se pueden producir bienes directamente listos para la venta.
Tras la liberación de las patentes clave se espera una importante reducción de costes de fabricación de las impresoras 3D y un uso general en los procesos de fabricación. Este fenómeno se prevé que tendrá especial incidencia en China.
Esta globalización de la impresión 3D será de gran ayuda en la generación rápida de prototipos útiles, lo que necesariamente reducirá costes y tiempos en los procesos de investigación, especialmente en sectores como automoción, medicina, o el aeroespacial.
Esta reducción de costes supone también una liberación del poder innovador que debería traducirse en un mayor número de solicitudes de patentes fruto de estas investigaciones ¨low cost¨. El incremento en el número de patentes se refuerza por el hecho de que la impresión 3D permitirá una fácil reproducción y los derechos de propiedad industrial serán una herramienta fundamental contra la copia.
Impresión 3D y patentes: Giro inesperado
Sobre la relación entre la impresión 3D y las patentes recientemente se ha producido un agradable giro inesperado. Martin Galese, un abogado de Nueva York está recopilando patentes de dominio público de la base de datos de patentes estadounidense para reproducir los planos de sus objetos y producirlos mediante impresión 3D.
Además las figuras las pone a libre disposición en la red. Concretamente en una cuenta de la plataforma de microblogging Tumblr, llamada Patent-able y en esta cuenta en Thingverse, que es una plataforma de Internet dedicada a la impresión tridimensional.
Esta última plataforma permite además descargar los modelos de impresión, por lo que si dispones de una impreso 3D podrás reproducirlos.
Seguiremos de cerca la evolución de esta relación entre patentes y reproducción tridimensional que se tornará especialmente interesante tras la llegada de la bioimpresión tridimensional. Además es probable que su uso masivo de lugar a nuevos debates legislativos sobre derechos de propiedad intelectual.