Para terminar nuestra visita virtual por la Propiedad Industrial de Argentina, vamos a hablar de una de las marcas más famosas de ese país y de cómo consigue sacar partido de su activo intangible más valioso para salir de una difícil situación económica.
Havanna, es un nombre que se asocia para los amantes de lo dulce con los famosos alfajores argentinos. El alfajor es un dulce hecho de galleta, dulce de leche y chocolate. A día de hoy, se consumen más de 6 millones al día de este dulce en Argentina y Havanna es uno de sus símbolos.
Havanna nació en 1948, en Mar del Plata y hoy es una empresa multinacional argentina, presente en tres continentes, gracias a su franquicia de locales de café y la exportación de sus productos a nivel mundial.
Con la crisis argentina de principios del siglo XXI, Havanna acumuló una importante deuda y tuvo que ser vendida a un grupo de inversionistas. Su respuesta fue apoyarse en el activo intangible más importante de la empresa su marca registrada. Esta marca capitaliza un know-how en la fabricación del alfajor, es una marca famosa y está arraigada en el patrimonio cultural de la Argentina.
Más concretamente, la respuesta fue crear franquicias de locales de café donde uno puede adquirir los dulces de esta casa y sentarse para desayunar y tomar un café. Havana autoriza a cada franquiciado a usar su marca y su know-how, a cambio de un royalty y de la obligación de vender única y exclusivamente productos HAVANNA.
Este modelo de negocio simple puede así ser exportado tanto a nivel nacional como en el extranjero. El cliente de las cafeterías HAVANNA, allá donde esté, por unos minutos puede sentirse como en Argentina mientras saborea un dulce de esa marca.
La multiplicación de puntos de venta en el extranjero permite por ende generar un aumento de la facturación y también la consolidación en el mercado nacional al convertirse en un referente basado en una marca registrada y conocida a nivel mundial.
El caso de Havanna es por tanto una excelente muestra de marca registrada con historia de éxito, pues su prestigio asociado a una correcta protección ha permitido la renovación de un proyecto empresarial y superar un periodo de crisis explotando su mayor valor, la marca, tornándola en beneficios mediante el empleo de un sencillo modelo de franquicia.
