España ha sido y es todavía un país en el que existen innovación y creatividad a niveles muy competitivos internacionalmente, que han dado lugar a grandes descubrimientos y éxitos en la actividad científica y tecnológica, pero es sabido que esta actividad inventiva se ha desarrollado en un entorno marcadamente masculino.
Para reconocer el merito de las mujeres que han destacado en este campo surge nuestra sección “Mujeres inventoras” que recuerda el papel fundamental que han jugado las mujeres (Españolas y de todo el mundo) en cuanto a innovación, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Para este post, he pensado en una mujer que ha sido toda la vida maestra, escritora además de la primera inventora oficial española: Ángela Ruiz Robles, precursora del libro electrónico.
Nacida en 1895 en la provincia de León, fue una mujer muy activa: escribió libros y dio muchas conferencias, editando ella misma la mayor parte de su producción, en total 16 obras entre 1938 y 1946. A su labor didáctica y pedagógica,se une la de inventora, adelantándose a su tiempo con su “Enciclopedia mecánica”, lo que se podría considerar el primer libro electrónico de la historia.
A lo largo de su vida recibió muchos premios, como ejemplos:
- En 1952: medalla de oro y diploma en la 1ª Exposición Nacional de Inventores Españoles.
- En 1957: Óscar a la invención en la feria Oficial y nacional de Zaragoza.
- 1959: es nombrada gestora Delegada de la Agrupación Sindical de Inventores españoles.
- 1963: medalla de Plata en la Exposición Internacional de invenciones de Bruselas.
Ángela Ruiz Robles: precursora del libro electrónico
Ángela Ruiz Robles presentó una patente (nº 190.698) en el año 1949 a la Oficina Española de Patentes y Marcas y desarrolló un prototipo posterior de su Enciclopedia mecánica (hoy expuesta en el Museo de ciencia y tecnología de la Coruña).
La gran vocación para la pedagogía y su enorme ingenio se unieron con el objetivo de aligerar el peso de las mochilas de los niños, hacer más atractivo el aprendizaje y adaptar la enseñanza a las necesidades de cada estudiante.
El invento consistía en un libro de texto que funcionaba con un sistema mecánico de aire a presión al que se podían añadir distintos carretes correspondientes cada uno a una materia.
El aparato era compuesto por una serie de cintas de texto e ilustraciones que van pasando con carretes, todo bajo una lámina transparente con cristal de aumento y dotado de luz para leer en la oscuridad, además de incorporar sonido para las explicaciones de cada tema.
Es decir: un artilugio que nace para cubrir necesidades cotidianas, una maquina tecnológica de una modernidad que no tiene paragones en la España de los ´50 y que adelanta de varias décadas el actual libro electrónico.
No obstante el enorme potencial, la invención nunca se comercializó pues la inventora no podía invertir la cantidad de dinero necesaria para su producción masiva y no encontró inversores interesados.
Ante la imposibilidad de hacer realidad su proyecto inicial, Ángela Ruiz Robles presentó en 1962 una nueva patente de invención (nº 276346), con un diseño diferente, en el que por ejemplo se prevé un espacio para la disposición de un aparato de sonido para poder escuchar las lecciones.
El prototipo de la Enciclopedia Mecánica correspondiente a esta ultima patente fue construido en el Parque de Artillería de Ferrol y se exhibe en la sede del Museo Nacional de ciencia y tecnología de A Coruña (MUNCYT).
El personaje de Ángela Ruiz Robles tiene un carácter excepcional y revolucionario, a pesar de que su nombre no haya tenido el reconocimiento que merece.
Para finalizar, puede ser interesante consultar la patente con numero de publicación 190698, titulada «Un procedimiento mecánico eléctrico y a presión de aire para lectura de libros«.