Registrar una aplicación digital hoy en día debería considerarse un paso previo fundamental antes de comercializarla.
Para una empresa, el salto a la tecnología – sobre todo aplicada a dispositivos móviles- parece inevitable si quiere incrementar la productividad. (No olvidemos que España mantiene el mayor índice de smartphones a nivel Europeo, según el último informe presentado por Telefónica).
De hecho, las ventajas de una app para tu negocio son multiplicares. Destacamos 3 fundamentales:
- Conseguir llegar a un mayor número de clientes y de forma mucho más directa.
- Alto nivel de fidelización que puede llegar a traducirse en fuerte engagement, es decir una conexión emocional del cliente con tu marca.
- Aumentar tus ventas, gracias a la inmediatez y sencillez propias de una app móvil.
Estas y otras ventajas, tanto si eres un emprendedor que ha visto el potencial para tu empresa como si te dedicas al desarrollo de apps como profesional, deben protegerse legalmente, lo que en la practica implica registrar una aplicación, y también una pequeña inversión, pero que puede ahorrarte más de un futuro problema.
Hoy en día la tecnología está al alcance de todos y existen numerosas plataformas para crear una app en pocos pasos, sin conocimientos de programación y al coste de… ¡nada!. A pesar de ello entendemos que para aportar verdadero valor a tu negocio contar con el apoyo de un profesional en el desarrollo de tu app te facilitara las cosas y sera garantía de éxito.
Visto estos puntos, si es tan “fácil” para un negocio (o particular) crearse su propia app, ¿Por qué es importante registrar la aplicación y afrontar los costes que esto supone?
Antes de responder a esta cuestión debemos ponernos en situación y ver en que consiste proteger legalmente una app.
Sabido que el software como tal no es patentable en la legislación europea, tenemos fundamentalmente dos opciones:
- Registrar el nombre y/o el icono de las aplicación como marca.
- Dejar constancia fehaciente de la autoría intelectual de la aplicación.
Las motivos de registrar una app se hallan, al menos, en estos 5 puntos:
- Tanto desde el punto de vista de un programador profesional como de una empresa: poder defenderte cuando otros te copien, ya es razón suficiente.
- Si, desconsideradamente, publicas tu app en los markets ANTES de comprobar que no hay marcas registradas anteriores, podrías estar infringiendo el derecho de otro. Así pues: lo que has pensado ahorrarte en no registrar la marca de tu aplicación, ¡podría costarte caro!
- El nombre de tu App es lo que identifica tu negocio, así como el diseño del icono. A través del registro de la marca de la App (muy importante recordar: el registro es territorial, con lo cual hay que analizar atentamente cuales son los territorios de interés comercial) protegerás su carácter distintivo frente a otros, y conseguirás un derecho de uso exclusivo por 10 años renovables indefinidamente.
- Otro aspecto muy importante que debería hacer que te decantes para una protección legal adecuada de tu aplicación: la autoría de la misma. La manera más rápida y flexible para dar fe de ella, es a través de un protocolo notarial.
- Y para finalizar: no olvides que una marca registrada es un activo que puede resultar muy rentable. Como mencionábamos en posts recientes, representa tu “capital” y puede ser monetizado, tanto a través de su venta como de su licencia.