Patentar un software, ¿Se puede hacer?

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La necesidad de tutelar con un adecuado instrumento legal las novedades elaboradas a través de un software, nació desde el principio de la economía moderna. En consecuencia, una de las preguntas más comunes es: “¿Se puede patentar un software?”. Actualmente, mientras todos los programas de ordenador son protegidos por un derecho de autor (o copyright), solo aquellos que pueden resolver en modo innovador un problema técnico son también patentables, siempre que respete los normales requisitos de patentabilidad de una invención: novedad, actividad inventiva y aplicabilidad industrial. La materia, sin embargo, es mucho más compleja y controvertida de lo que a primera vista pudiera parecer. Para intentar profundizar más en el tema, proponemos un breve y muy interesante vídeo desarrollado por la fundación General de la Universidad de Salamanca, donde el profesor Juan Manuel Corchado Rodriguez da respuesta a esta recurrente pregunta.

PATENTAR UN SOFTWARE: RESUMEN Y CONCLUSIONES

En principio, no es posible patentar un software. Para eso, debería existir una invención implementada en un ordenador que tenga un efecto técnico adicional y que, gracias a ello, sea posible generar un cambio físico en nuestro entorno. Es decir: no es suficiente que un programa resuelva un problema, sino que es esencial que el resultado se pueda «extraer» del medio virtual para modificar la materia. La sociedad moderna depende en gran parte de la tecnología informática, por esto se ha debatido mucho y todavía se debate, a escala tanto nacional como internacional, sobre la cuestión de la protección de la propiedad industrial de las aplicaciones y software. Para concluir, al considerar la protección por medio de una patente de un programa informático, hay que tener en cuenta 2 cosas:

  • Evaluar si realmente se necesita una patente cómo medio de protección para una invención asociada a un sistema informático.
  • Consultar en cualquier caso con una agencia de propiedad industrial, que conozca bien la legislación y las distintas prácticas en cada país.

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