Dentro de las distintas modalidades de Propiedad Industrial que protegen las invenciones, existen distintos tipos de patentes.
En las siguientes líneas vamos a ver conceptos muy básicos para clasificar las patentes tanto por su objeto como por su ámbito territorial, para que puedas tener todos los instrumentos e información para proteger tu invento (en el caso lo hayas desarrollado, o estés aún en la fase de creación y prototipado).
Para empezar, cuando se habla de patentes siempre subyacen indirectamente los conceptos de investigación, emprendimiento e, independientemente del tipo de patente de la que se trate en concreto, hay un elemento común en todas: la innovación.
Como probablemente ya sepas, la patente es un derecho otorgado por el Estado para que el inventor pueda explotar en exclusiva su invento durante un tiempo limitado (generalmente, 20 años): es decir, todas las patentes conceden un monopolio temporal.
Pasado este periodo máximo de vigencia, la patente pasa a ser de dominio público para que los demás inventores puedan seguir avanzando en la investigación y desarrollo del objeto patentado, incrementándose el impulso tecnológico de la sociedad en general.
Ahora bien, antes de ver más en detalle los tipos de patentes que existen, es necesario hacer una matización: las patentes de invención se regulan según la Ley de Propiedad Industrial propia de cada país. Así que lo que vas a leer es información general que te puede ayudar y orientar sobre cómo “clasificar” tu invento y buscar la protección más adecuada, pero a la hora de tomar decisiones lo más recomendable es acudir a una Agencia Oficial de Propiedad Industrial que te asesore.
¿Necesitas ayuda para proteger tu invento?
Tipos de patentes: clasificación por su ámbito territorial o procedimiento de concesión
Solemos repetirlo a menudo aquí en el Blog, pero nunca está de más volver a incidir sobre ello: los derechos de Propiedad Industrial (por tanto, las patentes también) son territoriales, es decir tienen validez en el territorio en el cual se solicita protección.
Si tienes una solución técnica novedosa y que además es susceptible de aplicación industrial (un técnico y profesional de la Propiedad Industrial es el único que puede valorarlo de forma adecuada), ya sabes que puedes solicitar protección mediante patente.
Ahora bien, lo fundamental de cara a la rentabilidad de tu proyecto es solicitar protección allá donde tengas real interés económico y comercial a medio plazo.
- Patentes nacionales: son aquellas concedidas según la legislación vigente en cada país y en donde extienden su ámbito de protección. Por ejemplo, las patentes en España son tramitadas y concedidas por la OEPM.
- Patentes europeas: tramitadas y concedidas por la Oficina Europea de Patentes (OEP) quien permite, mediante una única solicitud, obtener protección en todos y cada uno de los países miembros del convenio de Múnich.
- Patentes internacionales por el PCT: ideal si tienes interés en varios países y tener así una base fuerte para extender tu patente en los países miembros del Tratado de Cooperación en materia de Patentes. Importante: no se trata de un procedimiento de concesión de patentes ni sustituye a las concesiones nacionales, sino de un sistema de unificación de tramitación que abarata costes y amplia ciertos plazos.
- Patentes Euroasiáticas: mediante una única solicitud de patente se ofrece protección en los 10 estados miembros de la Convención sobre la Patente Euroasiática.
- Patentes ARIPO (Organización Regional Africana de la Propiedad Industrial), validas en los 9 estados miembros del tratado.
- Patentes OAPI (Organización Africana de la Propiedad Intelectual), validas en los 17 estados miembros del tratado.
Tipos de patentes: clasificación según el objeto
Recordando los 3 requisitos básicos de patentabilidad (novedad, actividad inventiva y aplicación industrial), y que las ideas NO son patentables en sí mismas, podemos clasificar las patentes según su objeto:
- Patentes de producto: aquellas que amparan el resultado final (un producto o una solución técnica) es decir, son aquellas en donde un objeto material constituye la invención.
- Patentes de procedimiento: son aquellas que amparan un proceso industrial, una secuencia ordenadas de fases utilizadas para obtener un resultado (un producto de mejor calidad o diferente).
Los derechos de patentes pueden surgir de dos formas:
- La innovación pura.
- La combinación novedosa de medios conocidos: ya sea por la utilización novedosa de elementos que ya están en el mercado (hablamos de patentes de uso), referidas a la utilización conjunta de medios existentes (patentes de combinación) o elección de un grupo de componentes (patentes de selección).
Teniendo en cuenta esto, por la naturaleza del objeto de la invención existen: patentes químicas, mecánicas, eléctricas y biotecnológicas.